Historia completa de Horta de Sant Joan

Historia completa de Horta de Sant Joan

La conformación del nombre del pueblo de Horta de San Juan ha sido larga y compleja. La designación en las épocas medieval era de Orta, comenzando en el siglo XVIII llamándose Horta. En 1919, el consistorio municipal precedido por Onofre Pallarés, le añadió «de Sant Joan«. Intelectuales e historiadores comarcales han defendido el restablecimiento del topónimo originario, opinión mantenida también por la Asociación de Vecinos de Orta y el centro de estudios de la Terra Alta.

La etimología de Horta podía derivar de un origen ibérico que significaría cima, punto elevado. Los defensores de la H, sostienen que el nombre puede derivar de unas tierras de cultivo de este tipo, de las que hay muy pocas en el término municipal, o de Fuerte (fortaleza) en rememorança de sus fortificaciones.

Los orígenes históricos de Horta no pudieron precisar con certeza, aunque tendremos que suponer su presencia de yacimientos prehistóricos. Las excavaciones han sacado a la luz numerosos restos prehistóricos que se remontan al periodo de la edad de hierro. Si que tenemos constancia de la presencia de vestigios ibéricos-ilercavons asentados en la zona más alta del pueblo y coincidiendo con lo que se denomina «el castillo».

A partir del siglo II a C. Con la romanización de la península, Horta se encontraba situada cerca de una vía secundaria que se apartaba de Tortosa y atravesaba los puertos hacia la meseta, por el camino que luego sería Aragón hacia Castilla, siendo probable que en este momento el núcleo urbano no sufriera modificaciones.

No volvemos a tener noticias documentales de la población hasta la época musulmana. En este periodo y dado el impulso económico Tortosino debemos suponer la existencia de un castillo (documentado hasta el 1153 como fronterizo) sobre el antiguo poblado íbero. Se trataría de un recinto fortificado de dimensiones desconocidas ya que no ha llegado a nuestros días ningún vestigio, por haberse excavado y construido el depósito municipal de aguas en el emplazamiento del antiguo castillo, documentalmente dependiendo del castillo de Miravet . Podemos suponer también en esta parte alta la extensión de un sistema de murallas por las calles del Castillo y de Grau.

Los historiadores sitúan la reconquista de Horta de San Joan el 1097, antes que la de Tortosa, cuando según la documentación, Ramón Berenguer III tras fallar el primer intento de conquistar esta, dirigió a los castillos de Horta y Miravet, arrasando el primero completamente hasta que fue abandonado y perdiendo incluido el calificativo del lugar, reducido a «Puigventós de la Figuereta» por el fuerte viento que había. Reconquistada Tortosa en 1148 y Miravet en 1153, se repuebla toda esta gran zona. La repetición de las cartas de población revela la dificultad que comportaba poblarla por su amplitud, siendo un proceso que se extiende hasta el siglo XII.

La primera carta de población de Horta de San Joan de 1165 es dada por el monarca Alfonso I, y una segunda de 1192 por Ponce de Reginaldo, del orden de templarios, los habitantes del lugar procedentes la mayoría de Lleida, dado que Horta había sido cedida por Alfonso II a los templarios (1177) a perpetuidad. Fruto de esta donación será la existencia de la Comanda de Horta de la que dependían Prat del Compte, Bot, Arnes, y Caseres.

A finales del siglo XII se inicia un periodo la vez que repoblador, reformador. La recuperación aunque muy lenta, tal y como demuestra que el año 1296 no se consiguiera aprobar los costums en el denominado «Consentuds» de Horta, se atribuida a la repoblación del lugar bajo dominio templario hasta su extensión en el siglo XIV. En este siglo deberíamos contar la presencia de los hospitalarios y el hecho de que la Comanda de Horta pasó a depender de la Castellanía de Amposta, uniéndose al resto de los pedidos de Aragón y Valencia, por lo que se vio desvinculada por un tiempo de Cataluña.

En el siglo XIII-XIV cuando se inicia la construcción de la iglesia parroquial de San Juan Bautista, a la vez que se construía el Convento de San Salvador fuera del casco urbano, así como la Torre del Prior (o de Galindo), tos ellos nos aparecen documentados coetáneamente y presentan características estructurales y estilísticas comunes.

La situación geopolítica de proximidad con Castilla del núcleo urbano en determinó su enmurallament en el siglo XIV durante el reinado de Pedro, el Ceremonioso (1336 a 1387). En el mismo siglo deberemos suponer un crecimiento continuado, una densificación en el interior del recinto fortificado, la construcción de los principales edificios y la configuración de la Plaza Mayor (s.XIV-XV) frente a la iglesia. También lo son gran parte de las casas que la forman (con soportales de arcos apuntados y rebajados).

Documentalmente constatamos un aumento de población en el número de fuegos (de 43 en 1358 a 81 en 1378), siendo una prueba de este crecimiento generalizado, continuando en los siglos XV y XVI. De estos periodos será posteriormente el Ayuntamiento (s. XVI), la casa del Delme, sede de los hospitalarios en Horta. Habrá que contar, también, con la construcción del hospital (1580), muy próximo a la muralla.

El siglo XVII supondrá un freno importante al crecimiento de Horta debido a diversos factores (gran parte serán las consecuencias derivadas de los conflictos de la Guerra de los Segadores). La defección de Horta, que se puso de lado de los castellanos, comportó el asalto y el saqueo para impedir el paso del enemigo hacia Cataluña.

El siglo XVIII será el inicio de un nuevo periodo de prosperidad, creciendo la población espectacularmente en el curso de este siglo y la primera mitad del siglo XIX tal como lo desprenden los censos: 460 habitantes en 1718; y 2.316 en 1860 La estancia de Picasso en dos ocasiones: 1898 y 1909, particularmente fértil al inspirar más de doscientas obras entre dibujos y pinturas, es uno de los elementos dinamizadores de la economía turística de Horta que como todas las poblaciones de la Tierra Alta sufre una fuerte regresión demográfica y económica.

Actualmente Horta tiene una población de 1.240 habitantes (según el último padrón), pero cuando llega el fin de semana la afluencia de visitantes es muy grande, debido al atractivo turístico y cultural de esta población, y también a la gran cantidad de servicios que se pueden ofrecer.